Las iglesias quiteñas custodian tesoros del arte colonial. Para
compartirlas con el público, el convento de San Agustín ahora muestran
su reserva. En San Agustín también podrá sentir los aires libertarios de
1809, al contemplar la Sala Capitular. Los recorridos por estos dos
lugares son guiados. Quito acordó su libertad el 10 de agosto de 1809,
pero seis días más tarde, en la Sala Capitular de San Agustín, los
patriotas conformaron la Junta de Gobierno. El lugar abre sus puertas al
público y muestra sus encantos.
El tumbado está decorado por 48 lienzos sobre la vida de San Agustín. Los asientos, con capacidad para 150 personas, fueron labrados en cedro negro, en el siglo XVII. La pared frontal de la sala recibe dos cuadros con el Acta de Independencia de 1809. Los documentos están hechos en tinta sobre cuero de oveja. La pared posterior presenta un Calvario atribuido a Pampite, pieza escultórica que oculta el acceso hacia las tumbas de los padres agustinos. Hacia el centro de esta misma sala existe un orificio por el cual se desciende a las catacumbas. Allí, en barriles de roble, reposan las osamentas de los patriotas, como las de Miguel de Santiago.
En el segundo piso del convento, donde antes funcionaba la biblioteca de los agustinos, hoy se levanta el Museo Miguel de Santiago. En él se exhiben cerca de cuarentas obras de este quiteño, cuyo verdadero nombre fue Miguel Vizuete Ruiz. Dentro de la reserva de esta sala también se pueden apreciar obras de Bernardo de Rodríguez y esculturas anónimas sobre los Arcángeles.
El tumbado está decorado por 48 lienzos sobre la vida de San Agustín. Los asientos, con capacidad para 150 personas, fueron labrados en cedro negro, en el siglo XVII. La pared frontal de la sala recibe dos cuadros con el Acta de Independencia de 1809. Los documentos están hechos en tinta sobre cuero de oveja. La pared posterior presenta un Calvario atribuido a Pampite, pieza escultórica que oculta el acceso hacia las tumbas de los padres agustinos. Hacia el centro de esta misma sala existe un orificio por el cual se desciende a las catacumbas. Allí, en barriles de roble, reposan las osamentas de los patriotas, como las de Miguel de Santiago.
En el segundo piso del convento, donde antes funcionaba la biblioteca de los agustinos, hoy se levanta el Museo Miguel de Santiago. En él se exhiben cerca de cuarentas obras de este quiteño, cuyo verdadero nombre fue Miguel Vizuete Ruiz. Dentro de la reserva de esta sala también se pueden apreciar obras de Bernardo de Rodríguez y esculturas anónimas sobre los Arcángeles.
Es el lugar de encuentro con el
arte colonial de los siglos XVII y XVIII de maestros de la Escuela
Quiteña como Miguel de Santiago, José Olmos “Pampite”,Manuel Chili
“Caspicara”, Gaspar de Sangurima y Bernardo Rodríguez, entre otros. El
claustro principal guarda la colección de la vida de San Agustín,
pintada por el célebre Miguel de Santiago y sus discípulos.
La sala Capitular es un sitio
imponente que acogió a los patriotas que firmaron la Primera Carta de
Independencia del 10 de Agosto de 1809. Es un espacio bellamente
decorado con variedad de estilos y técnicas de la época colonial.
DIRECCIÓN: Chile 924 y Guayaquil. Centro Histórico
TELÉFONO: (593 2) 295 5525 / 295 1001
HORARIO:
Lunes a viernes 09h00 a 12h30 y 14h00 a 17h00
Sábados de 09h00 a 12h30
PRECIOS:
Adultos 2,00 USD
Estudiantes universitarios y adultos mayores 1,00 USD
Niños y estudiantes 0,50 USD
No hay comentarios:
Publicar un comentario