En este espacio del callejón interandino se ubicaron los antiguos
pobladores de Tulipe, palabra originaria del idioma quitu-cara que
significa «agua que baja de las tolas». Tulipe, según los estudios
realizados, corresponde al periodo de integración y su principal
desarrollo data del 800 al 1660 d.C., época en la que se constituyó como
un importante centro religioso en el que se celebraban las ceremonias
más representativas del pueblo yumbo. Pero hay que tener especial
cuidado con esta cronología ya que de acuerdo al análisis arqueológico
de Tulipe también se encuentran evidencias de dos épocas más: el
Formativo, y el período de conquista Inca.
Los asentamientos o aldeas de esta cultura se extendieron en Nanegal, Pacto, Gualea, Mindo,
Cachillacta, Bolaniguas, Cocaniguas, Nono, y se considera que sus
límites llegaban a las costas del Ecuador y se extendían hasta las
estribaciones occidentales de la cordillera.
Los yumbos tenían una organización social sumamente
parecida a los señoríos étnicos de la Sierra del Ecuador, caracterizados
por la presencia de clases marcadas y por la división del trabajo.
El actual sitio arqueológico está conformado por siete
estructuras hundidas en el suelo y dos recintos conocidos con el nombre
del “baño del Inca”, además de escalonados de piedra, petroglifos en los
ríos aledaños y caminos comunicantes.
Los espacios hundidos semejan piscinas que fueron usadas
como espejo de agua. En total son siete estructuras cavadas en la
tierra, recubiertas con mampostería de piedra con formas rectangulares y
semicirculares, que se encuentran ubicadas de tal manera que forman una
cruz horizontal.
Hay además una estructura poligonal de veinte lados, a la
que llegaba el agua desde otro depósito de forma cuadrada. La séptima
piscina está alejada de las demás y se llega a ella por un sendero
natural de 1 Km. Las piscinas constan de gradas de acceso, canales y
acometidas de agua.
Los hundimientos artificiales mencionados eran un centro
ceremonial, en el que el agua constituía un elemento ritual, un elemento
sagrado por ser fuente de vida. El agua también era usada en los
actores religiosos más importantes como los de iniciación, purificación y
fertilidad.
Todos estos datos apuntan a que los yumbos
tenían una organización bien definida de los espacios, unos fueron
destinados para la vivienda, otros para la agricultura y los
hundimientos encontrados para prácticas religiosas. También se han
hallado restos de cerámica y unas dos mil tolas o pirámides truncadas de
hasta 20 metros de altura formadas con acumulación de tierra. Algunas
de ellas constan de rampas y escalones. Estas tolas yumbas servían para
determinar el control del territorio y la jerarquía social de quien las
ocupaba. También se ha encontrado evidencia de que hay variantes de unas
a otras, algunas tiene plataformas cuadradas, otras rectangulares y
unas pocas ovoidales. También se dice que fueron construidas como sitios
de observación astronómica, de prácticas religiosas y en muy pocos
casos cumplían una función funeraria.
Estas afirmaciones se sustentan en los senderos descubiertos que
evidencian que los yumbos construyeron una gran red de caminos hacia la
Costa, senderos que aún se pueden observar y que en su época fueron las
vías de comercio entre la Sierra y la Costa del actual Ecuador. Estos
senderos o culuncos fueron cavados en la tierra para darles cierta
profundidad. Entre los culuncos encontrados en la zona están los que
comunican a los espacios habitacionales, zonas de cultivos y centros
ceremoniales de la población yumbo.
Otro atractivo arqueológico son los petroglifos (gráficos
grabados en piedra) encontrados en la quebrada de Chiriape y otras que
circundan Tulipe. No se ha encontrado un vínculo entre los petroglifos y
los otros restos arqueológicos aunque si se los considera de manera
generalizada como símbolos típicos de las culturas americanas, que
generalmente tenían un significado cosmológico.
A través de este espacio arqueológico conocido como el
Valle Sagrado de Tulipe, es posible aproximarse a los vestigios de este
pueblo extraordinario. En los lechos de los ríos aledaños también puede
observar los petroglifos antes mencionados los cuales muestran complejas
figuras, algunas de las cuales se observan también en las piscinas. El
Centro de Interpretación del Pueblo Yumbo fue inaugurado en 2007 y
ofrece, además, un espacio de montaje multimediático sobre el pueblo
yumbo que incluye una réplica de uno de los petroglifos, una maqueta que
muestra los dominios de los yumbos y otros recursos audiovisuales.
Durante la visita, es posible caminar junto a las piscinas y recorrer
una estructura circular aledaña que tuvo funciones ceremoniales
específicas.
En el sitio arqueológico y en la zona boscosa de la región
también puede observar el bosque húmedo con una rica flora que consiste
en especimenes tales como el pambil, la tagua, el aliso, la guadúa,
además de plantíos, frutales y gran variedad de orquídeas. Muy cerca
está la comunidad de Tulipe.
Después de recorrer el Museo Arqueológico de Tulipe y los
senderos naturales aledaños, los visitantes pueden conocer la población,
su gente, su comida, las artesanías de la zona, etc. Sus pobladores
ofrecen platos como ceviche de palmito o el famoso caldo de gallina.
Desde Tulipe se puede visitar lugares cercanos como Nanegal, Nanegalito, Mindo y otros poblados para ver cascadas y realizar caminatas por el bosque nublado.
DIRECCIÓN: Parroquia Nanegalito
HORARIO DE ATENCIÓN:
Miércoles a domingo de 9h00 a 17h00
PRECIOS:
adultos USD $ 2.00
niños y estudiantes; USD $ 1.00
TELÉFONO: 2583404
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